Trastorno Límite de la Personalidad: Qué es y como se trata
- Espai de Salut - La Pau
- 15 sept
- 2 Min. de lectura
El Trastorno Límite de la Personalidad (TLP) es un trastorno mental que afecta la manera como una persona se percibe a sí misma y se relaciona con los otros. Se caracteriza por una gran inestabilidad emocional, dificultades para gestionar las relaciones, impulsividad y un intenso miedo al abandono.
¿Cómo se manifiesta el TLP?
Las personas con TLP pueden experimentar:
• Cambios de humor intensos y rápidos
• Sentimientos de vacío crónico
• Miedo extremo a ser rechazadas o abandonadas
• Patrones de relación intensos pero inestables (de la idealización a la desvalorización)
• Conductas impulsivas (gastos excesivos, trastornos alimentarios, conductas de riesgo...)
• Autolesiones o ideación suicida en momentos de crisis emocional
Según muchos profesionales, el TLP a menudo tiene el origen en una combinación de factores genéticos, ambientales y de experiencias vitales tempranas, especialmente situaciones de negligencia emocional, trauma o invalidación constante durante la infancia.
¿Cómo se trata el TLP?
A pesar de que lo TLP puede ser un trastorno complejo, existen tratamientos psicológicos muy efectivos que pueden mejorar significativamente la calidad de vida de las personas que lo sufren.
La intervención más recomendada actualmente es la Terapia Dialéctica Conductual (DBT), desarrollada por Marsha Linehan. Esta terapia combina técnicas cognitivoconductuales con estrategias de mindfulness, regulación emocional, tolerancia al malestar y mejora de las relaciones interpersonales. Según los datos clínicos, la DBT reduce los comportamientos de autolesión, mejora la regulación emocional y favorece una vida más estable y funcional.
En algunos casos, se puede complementar con tratamiento farmacológico, especialmente para reducir síntomas asociados como la depresión, la ansiedad o la impulsividad, a pesar de que no existe una medicación específica para el TLP.
El papel clave de la terapia psicológica en el TLP
La terapia psicológica es el pilar central del tratamiento del TLP. No solo se trata de reducir síntomas, sino de transformar la relación que la persona tiene con sus emociones, pensamientos y vínculos.
A través del proceso terapéutico, la persona con TLP puede:
• Identificar patrones disfuncionales de pensamiento y conducta.
• Expresar y regular las emociones de manera más adaptativa.
• Mejorar sus relaciones, poniendo límites sanos y comunicándose con más seguridad.
• Construir una identidad más estable y superar la sensación de vacío.
• Desarrollar herramientas para hacer frente a las crisis y recuperar la autonomía emocional.
La constancia y la confianza en el proceso son esenciales. A pesar de que no es un camino fácil ni rápido, con acompañamiento profesional muchas personas con TLP consiguen una vida más equilibrada, significativa y conectada.
Importancia del apoyo social y familiar
La recuperación y estabilización emocional también pasa por el entorno. Las personas con TLP necesitan sentirse compresas y validadas. Por eso, la educación emocional de las familias y el apoyo psicoeducativo son fundamentales. Acompañar sin juzgar y promover espacios seguros puede marcar una gran diferencia.
Comentarios