Como identificar una crisis existencial y que hacer
- Espai de Salut - La Pau
- 29 sept
- 2 Min. de lectura
Claves para reconocer este momento vital y encontrar sentido.
Todas las personas, en algún momento de la vida, pueden experimentar una crisis existencial. Se trata de una etapa de cuestionamiento interno, en que aparecen preguntas cómo: Qué sentido tiene el que hago? Quién soy realmente? Hacia donde va mi vida? Estas preguntas, a pesar de ser incómodas, pueden abrir la puerta a una transformación vital importante.
¿Qué es una crisis existencial?
Una crisis existencial no es un trastorno psicológico, sino una respuesta humana ante situaciones que ponen en entredicho el propósito, la identidad o los valores que hasta ahora guiaban la vida de una persona. Puede surgir después de cambios importantes (una ruptura, la pérdida de un ser querido, una enfermedad, cambios laborales...), o bien de manera más sutil, como resultado de procesos de introspección o insatisfacción prolongada.
Según el enfoque humanista y existencial, es un momento de tensión entre el que somos y el que querríamos ser, entre el vacío y la investigación de sentido.
Síntomas o señales habituales
Aunque puede variar según cada persona, algunas señales comunes son:
- Sentimiento de vacío o pérdida de sentido vital.
- Inseguridad respecto a la propia identidad.
- Confusión o malestar existencial persistente.
- Desesperanza o falta de motivación.
- Distanciación emocional o dificultad para conectar con el día a día.
- Cuestionamiento constante sobre el propósito o las decisiones tomadas
Este malestar suele ser silencioso y difícil de expresar, pero validarlo es esencial para poder afrontarlo.
¿Cómo afrontar una crisis existencial?
A pesar de que puede parecer una etapa oscura, también puede acontecer una oportunidad para reconectar con un mismo y redirigir la propia vida con más autenticidad. Algunas claves para gestionarla:
- Acepta el proceso: no hay que encontrar respondidas inmediatas. Permítete sentir, cuestionar y dudar.
- Habla con alguien de confianza: poner en palabras el que vivos alivia y da claridad.
- Escribe el que piensas y sientes: la escritura terapéutica ayuda a ordenar el caos interno.
- Cuídate: mantén hábitos de autocuidado que te conectan con el cuerpo y el presente (paseadas, meditación, alimentación, descanso…).
- Busca apoyo profesional: la terapia existencial-humanista y la terapia de Aceptación y Compromiso puede ser especialmente útil para acompañar este tipo de procesos. A través de un espacio seguro y reflexivo, puedes explorar quién eres, qué te mueve y qué sentido quieres dar a tu vida.
¿Y después de la crisis...?
Muchas personas, después de una crisis existencial, expresan haberse conocido mejor, haber redefinido sus prioridades y encontrado un nuevo sentido más coherente con sus valores. Es un proceso que puede resultar doloroso, pero también profundamente transformador.
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