La región lumbar es una de las zonas del cuerpo más propensas a sufrir lesiones, ya que soporta una gran parte del peso corporal y participa en prácticamente todos los movimientos que hacemos a diario. Las lesiones lumbares no solo afectan la capacidad para moverse, sino que también son dolorosas y pueden incapacitarnos para llevar a cabo nuestras actividades diarias. Este artículo aborda las lesiones más comunes que afectan la zona lumbar, describiendo sus síntomas, causas y tratamientos. La fisioterapia es una primera línea de intervención para tratar el dolor y las molestias de estas lesiones. Vamos allá:
1. Lumbalgia mecánica
La lumbalgia mecánica es el dolor localizado en la parte baja de la espalda, y es probablemente la lesión lumbar más frecuente. Puede ser de origen mecánico debido a una sobrecarga o la realización de movimientos repetitivos de manera inadecuada, si bien otras de sus causas pueden ser mantener posturas prolongadas inadecuadas o la falta de condición física o debilidad muscular del core. Las profesiones o actividades más propensas a sufrir lumbalgia mecánica son:
- Trabajadores de oficina o teletrabajadores: Están sentados por períodos prolongados sin una postura correcta.
- Conductores de camiones o vehículos: Pasan mucho tiempo sentados, frecuentemente con posturas inadecuadas.
- Personal de limpieza o mantenimiento: Realizan movimientos repetitivos como inclinarse y levantar peso que pueden causar sobrecarga muscular.
Los síntomas de la lumbalgia mecánica son los siguientes:
- Dolor localizado en la región lumbar que puede irradiarse hacia los glúteos o muslos.
- Dificultad para mantenerse de pie o para levantarse después de estar sentado por largos periodos.
- Rigidez muscular y sensación de "nudos" o contracturas en la zona lumbar.
Tratamiento
En casos leves, el dolor de la lumbalgia mecánica puede aliviarse con la vuelta a la rutina normal (si se trata de sobreesfuerzos). En casos más severos la fisioterapia juega un papel crucial ya que evalua la postura y los patrones de movimiento y nos ayuda a corregir desequilibrios. Estas correcciones (o este reaprendizaje del movimiento) y la recomendación de ejercicios específicos para fortalecer los músculos responsables de la estabilidad de la columna son la garantía a medio y largo plazo para la prevención de estas molestias en personas de riesgo.
Además, técnicas manuales como la terapia miofascial o los masajes terapéuticos ayudan a reducir las contracturas musculares, acelerando la recuperación. Aunque puede ser necesario un tratamiento médico con antiinflamatorios o relajantes musculares, acudir al fisioterapeuta desde el primer momento garantiza un enfoque preventivo y un alivio temprano del dolor.
2. Hernia discal lumbar
La hernia discal es otra lesión común que afecta la región lumbar, especialmente entre personas de entre 30 y 50 años. Ocurre cuando uno de los discos intervertebrales se desplaza de su posición original presionando los nervios circundantes. La degeneración de los discos debido al envejecimiento, los movimientos bruscos, la manipulación de objetos muy pesados con una mala técnica, la mala gestión de presión intraabdominal y el sedentarismo son algunas de las causas de la hernia discal. Esta lesión es muy dolorosa e incapacitante y las personas con más riesgo de padecerla son:
- Personal de almacén: Manipulan cargas pesadas de manera constante, lo que aumenta el riesgo de sufrir hernias discales debido a malas técnicas al levantar objetos.
- Trabajadores de la construcción: Trabajan con materiales pesados y realizar movimientos de torsión.
- Deportistas (levantadores de pesas y atletas de contacto): El esfuerzo repetido o los movimientos de alta carga aumentan el riesgo de hernias discales.
Los síntomas de una hernia discal son:
- Dolor lumbar intenso que puede irradiarse hacia una pierna, conocido como “ciática”.
- Sensación de hormigueo, entumecimiento o debilidad en las piernas o pies.
- Empeoramiento del dolor al toser, estornudar o realizar movimientos de flexión de la columna.
Tratamiento
El tratamiento inicial y no quirúrgico para una hernia discal incluye fisioterapia para aliviar el dolor y mejorar la movilidad. Los fisioterapeutas usan técnicas como la movilización del Nervio Ciático que reduce la irritación de este, la educación en corregir la gestión de la presión intraabdominal, además de ejercicios de estabilización del core para mejorar no solo los síntomas sino también la causa.
Es fundamental iniciar un tratamiento con fisioterapia tan pronto como aparezcan los síntomas para prevenir el empeoramiento de la lesión. Aunque en algunos casos es necesaria la intervención médica, como el uso de antiinflamatorios o incluso cirugía, la fisioterapia es el primer paso para reducir el dolor y devolver la funcionalidad de la columna.
3. Distensión lumbar
Las distensiones lumbares son lesiones de los tejidos blandos, que incluyen músculos, ligamentos y tendones. Se producen por movimientos bruscos o caídas, o por una actividad física excesiva o sin un calentamiento adecuado previo. Las personas más propensas a estas lesiones lumbares son:
- Trabajadores agrícolas: El esfuerzo físico constante y las posiciones prolongadas o forzadas (como inclinarse para plantar o cosechar) pueden provocar distensiones la de musculatura.
- Personal sanitario: Levantan y/o movilizan pacientes a menudo y sin la ayuda o el equipo adecuado.
- Trabajadores de la construcción o jardinería: Realizan movimientos bruscos durante el manejo de herramientas pesadas.
Los síntomas de una distensión lumbar son:
- Dolor agudo o punzante en la zona lumbar, generalmente justo después de un esfuerzo físico.
- Espasmos musculares que pueden dificultar el movimiento.
- Hinchazón o sensibilidad en la zona afectada.
- Dificultad para moverse o ponerse de pie recto.
Tratamiento
La fisioterapia es esencial en el tratamiento de estas lesiones ya que un adecuado plan de rehabilitación evitará que la lesión se vuelva crónica. En la fase aguda, la fisioterapia utiliza técnicas como la electroterapia y ejercicios suaves para reducir la inflamación y el dolor. A medida que la lesión evoluciona favorablemente, el fisioterapeuta implementará un programa de ejercicios de fortalecimiento para mejorar la estabilidad y la fuerza de la musuclatura.
Es importante señalar que acudir a un fisioterapeuta tan pronto como se sospeche de una distensión lumbar permitirá reducir el tiempo de recuperación.
4. Estenosis lumbar
La estenosis lumbar es el estrechamiento del canal espinal en la parte baja de la columna, lo que puede comprimir los nervios que viajan a través de la zona lumbar hacia las piernas siendo las siguientes las personas más propensas a esta lesión:
- Personas mayores en general: el envejecimiento de por sí es uno de los principales factores de riesgo y aquellas personas con trabajos físicos exigentes en el pasado, como los obreros, tienen mayor probabilidad de sufrir estenosis lumbar debido a la degeneración natural de la columna.
- Profesionales que realizan trabajos de pie durante largos periodos: Como los cocineros, peluqueros o dependientes de tienda, el tiempo prolongado de pie puede agravar el dolor lumbar producido por la estenosis espinal.
Los síntomas de la estenosis lumbar:
- Dolor crónico en la parte baja de la espalda, que empeora al caminar o estar de pie durante mucho tiempo.
- Sensación de debilidad, entumecimiento o calambres en las piernas.
- Dolor que disminuye al inclinarse hacia adelante, como al empujar un carrito de compras.
Tratamiento
La fisioterapia es clave para mejorar la movilidad y reducir la compresión de los nervios. Los ejercicios de fortalecimiento del core ayudan a reducir la presión sobre los nervios, reduciendo el dolor y mejorando la calidad de vida del paciente. Además, el fisioterapeuta puede usar técnicas de movilización para mejorar la funcionalidad de la columna y aliviar los síntomas.
Si bien los medicamentos antiinflamatorios pueden ser necesarios para controlar el dolor, la fisioterapia debe ser la primera opción para abordar la estenosis lumbar, ya que el movimiento controlado y guiado puede prevenir complicaciones más serias o la necesidad de cirugía.
Conclusión
La región lumbar está expuesta a múltiples factores que pueden causar lesiones, desde movimientos incorrectos hasta el simple paso del tiempo o posturas incorrectas de las que no somos conscientes. La fisioterapia se presenta como una herramienta clave no solo para tratar estas lesiones, sino también para prevenir su aparición mediante el fortalecimiento muscular, la reeducación de la postura y la mejora de la movilidad. En algunos casos es necesario el uso de medicamentos o una intervención médica más agresiva, y acudir al fisioterapeuta desde los primeros signos de dolor lumbar garantiza un enfoque integral y personalizado que puede aliviar el dolor rápidamente y recuperar la funcionalidad en el menor tiempo posible.

Si sientes molestias en la zona lumbar, no esperes a que el dolor se vuelva crónico. La fisioterapia puede marcar la diferencia desde el primer día y ser clave en el proceso de diagnóstico y tratamiento de la lesión y sus síntomas.
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